Heliotropo, la flor que sigue al sol - Mitología Griega






"Uno no se enamoró nunca y ese fue su infierno.

Otro sí, y esa fue su condena."


-Robert Burton





El amor -o la ilusión de- tiene muchas implicaciones, y una de las más tristes e interesantes de observar en la literatura es la tragedia. En el mito griego del heliotropo, podemos ser testigos de un amor no correspondido que desató locura, dolor y muerte.



Por: Rita Minerva 





-Heliotropium-





En un reino de Grecia vivía Clitia, una joven que disfrutaba del aire libre y de observar continuamente el cielo durante el día. Desde pequeña le habían enseñado que un carruaje de fuego guiado por cuatro poderosos caballos surcaba las alturas de extremo a extremo, distribuyendo destellos de luz cuando rompía el amanecer desde el Oriente y ocultándose en el Occidente después del crepúsculo, dejando al mundo bajo el manto de las estrellas. Ese impresionante recorrido era manejado por Helios, el dios del Sol, quien desde su puesto podía observar todo aquello que pasaba entre mortales e inmortales. A ella siempre le había maravillado esa historia, admiraba como la luz tocaba suavemente la tierra por la mañana y como el resto del tiempo servía de guía para los trabajos y actividades, cada día del del año. Pero sobre todo, estaba embelesada por el responsable de ese hecho. En repetidas ocasiones se descubría observando al sol, con la esperanza de alguna vez llamar su atención. Helios de vez en cuando le regresaba una sonrisa, y Clitia constantemente se imaginaba que él la miraba sin que ella se diera cuenta. Si no fuera por la intensa luz que el dios irradiaba, ella sabía que podría ser feliz recostada sobre la hierba mirando solamente en su dirección.



Los meses siguieron corriendo, entre ilusiones y rutinas, porque el tiempo es una de las cosas que nunca se detiene. Y entre todo lo que pasaba simultáneamente, sucedió que un día, Helios dirigió su vista al país donde vivía Clitia y vio a una de las mujeres más hermosas que hubiera visto jamás. Se trataba de la princesa Leucotea, quien lo cautivó profundamente. 



No pasó mucho antes de que él se decidiera a actuar. Al termino de su recorrido diario, el dios fue en busca de la princesa, y disfrazado con la figura de la reina consiguió entrar al palacio. Con ayuda de su engaño solicitó hablar con la joven heredera y cuando se encontraron a solas en su habitación, él le revelo quién era realmente recuperando su figura original. En cuanto Leucotea lo vio se sintió atraída por él. A partir de ese momento, empezaron una relación secreta y, noche tras noche, Helios visitaba a Leucotea, pues era el único instante del día en el que podían reunirse. Pero pocos secretos pueden permanecer enterrados, y el suyo no tardó en ser descubierto. En una ocasión, Clitia paseaba cerca del castillo cuando un fuerte resplandor proveniente de una de las habitaciones llamó su atención. Atraída por el destello que inmediatamente asociaba a Helios, se asomó por la ventana entreabierta sólo para ver a los amantes cuando se besaban.







Cegada por lo celos, Clitia empezó a pensar en formas de separarlos hasta que, finalmente, solicitó una audiencia con el rey.  Le contó lo que había visto añadiendo detalles y mentiras que sabía que provocarían su ira. Ante tal información, el rey mandó llamar a su hija y le preguntó si todo aquello era verdad; a ella no se le daba bien mentir y respondió afirmativamente. Su padre estaba tan indignado que no se detuvo cuando dio la orden de que ejecutaran a su propia hija. Incluso Clitia se horrorizó al ver lo que sus palabras estaban ocasionando, más ya no podía hacer nada para parar las consecuencias. 



Apenas era mediodía cuando sus mismos sirvientes cavaron una fosa escondida dentro del bosque para sepultar viva a la princesa. Leucotea jamás hubiera imaginado que enamorarse tuviera un precio tan alto, pues la había conducido, indirectamente, a su muerte. Por su parte, Helios continuó su trayecto, mientras observaba esa cruel tortura sin poder impedirlo. Cuando cayó la noche, se apresuró a ir en su ayuda pero ya era demasiado tarde. Con un gran soplido esparció la tierra que cubría el cuerpo sin vida de Leucotea. El resto del tiempo, con la luna y el silencio como acompañantes, la sostuvo entre sus brazos con las lágrimas corriendo por su rostro. Con la mañana arribando, no tuvo más remedio que dejarla, así que la convirtió en una vara de incienso que luego incendió con sus dedos para que se fundiera con la ligera brisa del amanecer.



Después de todo, Clitia se vio atormentada intensamente por la culpa, hasta que se sintió enloquecer de arrepentimiento y de amor. Por más que intentó desesperadamente llamar la atención de Helios, el dios nunca volvió a voltear para mirarla.



Sin saber que más hacer, Clitia se derrumbó en la hierba, con la garganta seca y los ojos cansados de tanto mirar al sol. No hizo otra cosa más que seguir su recorrido por el cielo, sin importar el daño que se estaba ocasionando. Quizás los dioses se compadecieron de ella convirtiendo su desdicha en una belleza etérea o quizás la naturaleza estaba transformando lo que ella ya no podía soportar. Poco a poco su cuerpo se extendió por el suelo fundiéndose con la inmensidad que la rodeaba; de su corazón brotó una planta y su energía formó los tallos y las hojas mientras que sus lágrimas se volvieron suaves pétalos que la cubrieron completamente, hasta que todo lo que ella era cambió de forma y empezó a ser. Clitia apenas percibió lo que ocurrió pero pudo sentir que su tormenta de sentimientos cesaba. Puedo decirte con certeza que hasta el último segundo, Clitia vivió como había deseado, pues aquella planta que cuenta la historia de un amor no correspondido recibió el nombre de "Heliotropo" que para los griegos significa "la que sigue a Helios", es decir, la flor que sigue al sol.











-Curiosidades-






Después de observar detenidamente esta historia, los invito a que repasemos algunos detalles que me han parecido muy curiosos mientras investigaba más a fondo sobre este mito en cuestió, y que añaden una perspectiva nueva sobre algunos aspectos.



Algo muy importante que debemos tener en cuenta sobre los mitos es que son historias que se han transmitido desde hace siglos, sobre todo de manera oral, por lo cuál nos podemos encontrar con muchas versiones de un mismo evento, y también diversos puntos de vista sobre la mitología en sí. Hace poco encontré un artículo universitario en el que mencionan que al ser relatos que se transmiten por medio de un narrador, el mito puede ser modificado dependiendo de quién lo narra y de a quién va dirigido. Ya sea agregando o quitando información, el narrador intentando contar la historia, la transforma, incluso aunque no lo quiera. Por lo tanto, una de las características principales de esta narrativa es la transformación. Aunado a eso, no suelen tener un autor determinado, lo que permite estos cambios con más facilidad.



Aún así podemos observar que todas la versiones de un mito, al menos la mayoría, conservan la esencia y el trasfondo de la historia a pesar de que cambien los roles de los personajes y la ilación de los eventos. Un ejemplo donde podemos ver bastante claro todo lo anterior es en las compilaciones de mitos dirigidos a un público infantil; tienen un desarrollo un poco más idealizado, de admiración o a veces exageración. La mayoría de veces, la versión más común de un mito es mucho más trágica y oscura, pero en este tipo de libros se les da un tono más ligero, precisamente para que sea apto para todas las edades. No deja de ser la misma historia, y aunque es una adaptación puedes notar ese toque trágico que tienen los mitos (en especial los griegos), ese misticismo y fantasía. Es ambiguo y más cosas quedan a interpretación pero no deja de ser atrapante. Eso sí, influye en gran medida la forma en la que el autor narra el mito, pues su forma de escribir y de contar la historia es lo tiende a generar más impacto sobre ella.




Teniendo este breve preámbulo, continuemos con el tema principal. En el caso del mito griego del heliotropo, podemos notar que sucede justamente lo anterior. La primera diferencia, y la más ligera, es sobre Clitia, el personaje principal. Su papel es interpretado de distintas formas, a veces es una mortal, otras veces es un ser inmortal y más frecuentemente ella es una ninfa (*ser sobrenatural que habita en espacios naturales como los bosques, dependiendo de sus habilidades y entorno pertenecen a un grupo diferente, como las nereidas, que por ejemplo, habitan en el mar). Junto a esto tenemos que se suele colocar a Helios como otro personaje, es decir, Apolo, otro dios de la mitología griega. Apolo es el dios de la luz (originalmente), de las artes y la destreza -aunque otras fuentes lo señalan como un dios destructivo-, y por su parte Helios es el dios del sol. Comparten varias similitudes que hace que sea fácil confundirlos, pero no son el mismo, principalmente porque Apolo no tiene los poderes del sol que Helios sí. Esta asociación entre ambos comenzó a partir de cierto momento histórico y fue fomentado por filósofos a lo largo de los años. Supongo que por una parte, no era necesario tener dos dioses relacionados a la luz y por ello en muchos escritos se "definió" como uno solo, haciendo que las historias relacionadas a Helios se le atribuyeran a Apolo. De este último se han encontrado más vestigios históricos de adoración, así como diversas menciones -templos, sacerdotisas, oráculos, sacerdotes, etc.- y en el caso de Helios, la adoración para él se ubicaba mayormente en la isla de Rodas. Es confuso pero impresionante como el contexto social influye tanto en como se transmite la información.








Respecto a las variaciones del mito en sí, hay una versión de la que creo que podrían partir todas las demás, en ella Clitia esta enamorada de Helios, con la diferencia de que es su amante y cuando Helios comienza una relación con Leucotea, ella se siente traicionada y se desencadena todo lo demás. A esto le añadimos que, luego de la muerte de la princesa, Clitia estuvo nueve días y nueve noches aguardando e intentando llamar la atención del dios, sin conseguirlo, y por ello lo dioses la convirtieron en una flor (aquí no hay mucha diferencia, pero la descripción es más trágica). A partir de ahí, esto evoluciona, pues en otra versión Clitia es hermana de Leocutea (o una sirvienta del palacio) y cuando descubre que ella tiene una relación secreta con el dios del que esta "enamorada" decide contarle al rey; en este punto de la trama se añade otra versión que cuenta que en realidad, Helios forzó a Leucotea y Clitia sin saber la verdad, provoca que la maten. Todo desemboca en lo mismo, a excepción de otra versión que cuenta que el amor de Clitia por Helios era tan grande que simplemente comenzó a fusionarse con la naturaleza para cumplir su deseo de observarlo siempre.




Cómo última curiosidad, hablemos del heliotropo. Regularmente la flor que se asocia a este mito es el girasol. Su nombre científico es ‹Helianthus annuus y es una hermosa flor amarilla que puede llegar a medir hasta 3 metros. Constantemente se dice que sigue al sol por la forma en la que se mueve durante el recorrido de este, pero esto tiene una explicación científica detrás que fue señalada por primera vez por el botánico inglés Jonh Gerard en 1597. Se conoce como heliotropismo al fenómeno que se da en las flores inmaduras generando que tengan un movimiento dirigido por la luz celeste, giran conforme el día va avanzando, como sí siguieran al sol, incluso aunque no se perciba tan intensamente. Cuando el crecimiento del tallo se detiene y la flor madura, el heliotropismo también termina y la flor se orienta definitivamente hacia el este. Por supuesto hay otros factores naturales que influyen pero en resumidas cuentas eso significa. Además del girasol, existen otras plantas en las que se produce este mismo fenómeno como la caléndula, el algodón, la alfalfa o el heliotropo. El heliotropo es una planta de flores moradas o blancas que también recibe el nombre de ‹Heliotropium› debido a las palabras griegas: Helios (sol) y tropein (volver), «la que se vuelve hacia el sol», haciendo referencia a que su forma de crecer da la impresión de que mira de frente al sol, y es muy llamativo porque solo la parte que está expuesta de esta manera a la luz solar es la que florece.




Con esta información tenemos una encrucijada, pues algunas personas le dicen al girasol heliotropo a pesar de que este es el nombre de una planta diferente. Entonces... ¿A qué flor se refiere realmente el mito? Este es un dilema extraño y no encontré ninguna fuente que lo aclarará, de hecho pocas mencionan al heliotropo en vez del girasol, por lo que podríamos asumir que el girasol es la flor de la que habla este relato, ya que incluso ha inspirado pinturas y libros pero, hay que tener en cuenta que el girasol no llegó a Europa hasta el siglo XVI (1500 d.C) -pues es una planta de origen americano- y la mitología griega proviene de la Antigua Grecia, durante el período 1200 a.C al 146 a.C que es muchísimo antes de que los españoles llevarán el girasol a Europa. Conforme pasó el tiempo y empezaron los choques/fusiones entre culturas, no solo se desencadenaron cambios sociales sino también se perdieron muchos de los significados originales de ciertas cosas, supongo que en algún momento sucedió un desfase y el girasol terminó adaptándose más a la descripción de la flor que sigue al sol pero, originalmente, el mito buscaba explicar lo que los griegos observaban en el heliotropo.





"Mitología Fantástica para Niños" Francisco Trujillo, Selector





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Fuentes de consulta:



"Mitología fantástica para niños" por Francisco Trujillo. Editorial Selector, edición de 1994.


"Consideraciones teórico-metodológicas del mito como vía de comprensión e integración cultural" Artículo de divulgación científica por Claudio Ramírez Angarita y Cristhian Ricardo Santos Gutiérrez:

https://revistas.uptc.edu.co/index.php/praxis_saber/article/view/8295/7537


World History Encyclopedia: 

https://www.worldhistory.org/trans/es/

*página asociada a los archivos de la UNESCO.


"Los mitos: Consensos, aproximaciones y distanciamientos teóricos" Artículo de divulgación científica -publicado en la Gazeta de Antropología- por el profesor Néstor Godofredo Taipe Campos: 

https://www.ugr.es/~pwlac/G20_16NestorGodofredo_Taipe_Campos.html


RedHistoria: https://redhistoria.com/




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Este es uno de mis mitos griegos favoritos y cuando comencé a investigar no me esperaba descubrir todo esto. Ha sido muy emocionante y me impresionó mucho reafirmar lo que puedes encontrar detrás de la forma en la que se cuenta una historia, eso siempre influye en el resultado final. Espero que hayan disfrutado este viaje por el mito del heliotropo y el análisis de sus datos


Nos leemos.








"Dicen que sus miembros se clavaron en el suelo y una palidez convirtió su color en lívidas hojas; en otra parte hay un tono rojizo, como un rubor, y una flor muy semejante a la violeta cubrió su rostro. Ella, aunque es retenida por la raíz, se vuelve hacia el Sol que siente como suyo y transformada conserva su amor."


-Ovidio, poeta romano (43 a.C)

 





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